lunes, 20 de agosto de 2007

alto

Puedo darme tiempo para pensar y no pensar al mismo tiempo, vivir en desesperadas mezclas de pasión y desamor. Sugiero un alto en el sórdido camino de las ilusiones, me tengo en una baranda de placeres medievales. medianos, cortos, largos.
Decido tener cerca o lejos esos demonios que me dominan aunque ellos sean los que tomen la iniciativa de converger ante mi y sustraer de mi ser cualquier dejo de sensibilidad que los acoge.
Sostengo mi mirada ante todo, me sorprende la nada que ataca mas allá de lo sensible. me sorprende que la implacable causa de mis miedos sean mis deseos más aguerridos, y que mis deseos no sean mas que mis propios miedos disfrasados de esferas saludables a mis sentidos exteriores, pero venenosos a mis poderes invisibles, contagiados todos de inmunidades inexistentes vulnerables a la vida y a la muerte misma. Como soles ardientes equiparados en un sistema sin flujo, sin semillas fértiles, sin atajos claros ni caminos ágiles. Vencidos a la luz de la luna y de los cometas a través de silencios estruendosos y de locuras apacibles fuera de todo control conocido, como partes rotas de una porcelana vacía de sentido.
Solemne inclusión de un oido sin voces que retumben en la soledad absoluta, ni en la cotidianidad más aspera y controlable.